miércoles, 4 de marzo de 2015

FIFA


Ya en la década de los ochenta del siglo pasado, poco después de que se celebrara en nuestro país el Mundial, el fútbol jugaba un papel similar en la sociedad al que juega a día de hoy. Por eso, todos los actores que conformaban el elenco que hacía posible la competición nacional –la Liga– concluyeron que no cabía otra posibilidad que no fuera profesionalizar la primera y la segunda división del fútbol de nuestro país. Pero cómo ejecutar ese plan generó una serie de fracturas entre los equipos involucrados y la Real Federación de Fútbol Española (la RFEF) que se saldó con la creación de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (la LFP), con personalidad jurídica y autonomía propia, pero adscrita a la Federación.

Desde entonces, la relación entre ambas instituciones ha sufrido altibajos, hasta llegar al día de hoy donde los máximos dirigentes de ambos organismos –Ángel María Villar, de la RFEF, y Javier Tebas, de la LFP– se dirigen descalificativos personales e insultos a poco que a cada uno se le pregunte por el otro.

Por eso, cuando la semana pasada la FIFA pidió a la RFEF que quitara tres puntos al Almería por el supuesto impago de los intereses que el equipo tenía que pagar al Aalborg por el traspaso al Copenhague del jugador Jakobsen –que parece ser que no ha sido tal y que, en cualquier caso, ni siquiera llega a los cinco mil euros–, y tras manifestar la LFP que el Almería no tenía nada de qué preocuparse, estaba claro que este asunto se iba a convertir en un nuevo pulso entre los gallitos que dirigen, cual cortijos, sendas instituciones.

Lo malo de todo esto es que da igual que el Almería tenga o no tenga la razón. Tampoco parece importar que las partes implicadas estén a la espera de que el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) se pronuncie. Lo único que parece tener sentido es la capacidad de contradecir al otro de Villar y Tebas. Tal para cual y cual para tal. Mismo perro con diferente collar. Y mientras, el Almería, a verlas venir.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario